Un mosaico de hábitats del Canal de Menorca son clave para la conservación de la biodiversidad marina
Según un reciente estudio científico, la heterogeneidad de los fondos del Canal de Menorca son fundamentales para entender y preservar su gran biodiversidad
En la investigación han participado científicos del IMEDEA (CSIC-UIB), el COB (IEO-CSIC) y la Universidad de Alicante
Palma, martes 4 de abril de 2023. El canal de Menorca es un corredor marino de al menos 36 kilómetros de ancho situado entre las islas de Mallorca y Menorca. La mayor parte de su superficie se encuentra protegida, gracias a la prohibición de la pesca de arrastre implementada en el 2016. Ahora, una reciente investigación que ha contado con la participación de dos centros de investigación de Baleares, el IMEDEA (CSIC-UIB) y el Centro Oceanográfico de Baleares (COB, IEO-CSIC), pone de manifiesto que los diferentes tipos de hábitats presentes en el canal de Menorca (fondos de arena, maërl o algas pardas) forman un mosaico que sustenta una gran biodiversidad de especies bentónicas – organismos que viven en el fondo del océano – que encuentran allí refugio y áreas de reproducción.
El maërl es un hábitat de fondo emblemático en el canal de Menorca. Los fondos de maërl están formados por un complejo de distintas especies de algas rojas calcáreas. En el canal de Menorca, estas algas crecen en altas densidades gracias a las condiciones de transparencia del agua de la zona, lo que favorece una alta diversidad de especies de invertebrados y peces. Además, los fondos de maërl pueden contribuir a la mitigación del cambio climático por su gran capacidad de retener y secuestrar carbono al acumularse los restos de alga muerta en el sedimento o bajo el alga viva en continuo crecimiento. Estas condiciones “impulsaron inicialmente a los científicos de este estudio a investigar los fondos de entre 50 y 90 metros de profundidad del canal de Menorca”, explica Silvia de Juan, principal investigadora del estudio.
El estudio se valió de la aplicación de un análisis de redes que permitió identificar las conexiones establecidas entre distintos tipos de hábitats – como los fondos de maërl, arena y algas pardas – y las especies que habitan en este paisaje del fondo marino. De esta forma, se pueden conocer qué especies se comparten entre diferentes hábitats y qué especies son exclusivas de uno o dos hábitats. “En el primer caso, se pueden identificar hábitats que comparten muchas especies con otros hábitats. Estos hábitats serán más resilientes a una perturbación, ya que su recuperación se facilita por la migración de especies desde otros hábitats cercanos. En el segundo caso, si un hábitat se compone de un grupo exclusivo de especies, su capacidad de recuperación tras un impacto sería menor al no haber una fuente de especies cercana para recuperar la biodiversidad inicial”, añade de Juan.
Asimismo, este estudio revela que la alta densidad de fondos de maërl en el canal de Menorca sirve como refugio, zona de alimentación e incluso de reproducción para una gran variedad de invertebrados y peces. Sin embargo, es la vecindad con otros tipos de fondos, como los fondos de arena o de algas pardas, la que fomenta una biodiversidad aún mayor, pues la suma de especies exclusivas (las que viven en un solo tipo de hábitat) y las especies generalistas (las que viven en diversos tipos de hábitat) es superior a si toda el área estuviese cubierta por un solo tipo de fondo.
Esta investigación ha impulsado nuevas líneas de investigación sobre los fondos biogénicos del canal de Menorca, que se han visto materializadas en los proyectos financiados por la Comisión Europea MACOBIOS y MARBEFES. El objetivo para la zona es aumentar el conocimiento sobre las funciones ecológicas que soportan estos hábitats y su contribución a la prestación de servicios a la sociedad, como la cuantificación de la capacidad de secuestro de carbono de los fondos de maërl en el canal, una característica crucial para la mitigación del cambio climático, pero también la preservación de la biodiversidad o la adaptación de las diferentes especies de organismos marinos en un escenario de cambio global.
Como conclusión, este estudio destaca la interconectividad de hábitats y especies para preservar la biodiversidad marina. Proteger los fondos de maërl es esencial para preservar la biodiversidad marina en el canal de Menorca, pero es aún más importante preservar la heterogeneidad de los fondos marinos. Un mosaico de fondos marinos y las fronteras entre ellos incrementa la biodiversidad general y es mayor que la suma de las partes.
Referencia bibliográfica: Silvia de Juan, Andres Ospina-Alvarez, Hilmar Hinz, Joan Moranta and Carmen Barberá, 2023. The continental shelf seascape: a network of species and habitats. Biodiversity and Conservation (2023) 32:1271–1290. https://doi.org/10.12681/mms.30018
Fuente: Comunicación CSIC Balears
El Instituto Español de Oceanografía (IEO) es un Centro Nacional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, dedicado a la investigación en ciencias del mar, especialmente en lo relacionado con el conocimiento científico de los océanos, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y el medio ambiente marino. El IEO representa a España en la mayoría de los foros científicos y tecnológicos internacionales relacionados con el mar y sus recursos. Cuenta con nueve centros oceanográficos costeros, cinco plantas de experimentación de cultivos marinos, 12 estaciones mareográficas, una estación receptora de imágenes de satélites y una flota compuesta por cinco buques oceanográficos, entre los que destaca el Ramón Margalef y el Ángeles Alvariño. El Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y, en particular, el Programa Operativo de I+D+i por y para el Servicio de las Empresas (Fondo Tecnológico), participa en la cofinanciación de los buques Ramón Margalef, Ángeles Alvariño y Francisco de Paula Navarro, así como en el Vehículo de Observación Remota (ROV) Liropus 2000.
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